PANORAMA GENERAL
El contexto centroamericano y caribeño se encuentra marcado por procesos políticos y económicos que han provocado en las últimas décadas no solo algunos vientos de cambio (renovación de movimientos feministas y ecologistas, mayor visibilidad de asociaciones LGBTQI+ y sus actividades, aprobación del matrimonio igualitario en Costa Rica y en Puerto Rico), sino también, y de forma dramática, la recrudescencia de manifestaciones de violencia política, de género, y discriminación, así como una importante crisis humanitaria ligada a los movimientos migratorios. El asesinato de Berta Cáceres, militante ecologista hondureña, en 2016, puso durante un tiempo en los titulares internacionales una región marcada por las luchas de numerosos defensores y defensoras de los derechos humanos, muchos de ellos indígenas, que han muerto por sus ideas en el Istmo. Ha sido el caso igualmente de crímenes de odio perpetrados contra la comunidad LGBTQI+, en particular las mujeres trans (Orellana, 2021; Rosales, 2021).
La región también se ha caracterizado en los últimos años por el incremento de la violencia institucional, a través de políticas de estado que tienden a fragilizar las poblaciones más vulnerables y ponen en peligro sus derechos fundamentales, al tiempo que dificultan la elaboración de un pensamiento crítico desde espacios académicos o artísticos. Destaca en particular la gestión ineficiente de la crisis ocasionada en Puerto Rico por el huracán María en 2017, la violenta represión a las protestas estudiantiles y populares en Nicaragua en 2018 o, en el mismo país, la orden de detención emitida en septiembre de 2021 contra el escritor Sergio Ramírez, premio Cervantes 2017 y una de las principales figuras de la oposición nicaragüense, medida de intimidación que constituyó un primer paso hacia la privación de su ciudadanía en febrero de 2023, junto con otros intelectuales y opositores políticos entre los que se encuentra también la escritora Gioconda Belli. La impunidad frente a los crímenes de odio o los asesinatos políticos es otra de las numerosas caras de la violencia de Estado: en Honduras, por ejemplo, se estima que el 90 % de los asesinatos han quedado sin resolver (Bow, 2016).
Al mismo tiempo y paradójicamente, los ataques a los derechos humanos y a la libertad de expresión en particular han participado en la reconfiguración de los movimientos sociales de protesta y en la gestación de nuevas modalidades de crítica, a medio camino entre lo político y lo artístico. Podemos pensar en particular en el “perreo combativo” en Puerto Rico, que llevó a la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló en 2019, tras la revelación en la prensa de fragmentos de conversaciones sexistas y homófobas que mantuvo en la aplicación Telegram con sus colaboradores.
Ante este panorama complejo resulta indispensable explorar las diferentes estrategias de reivindicación, denuncia y crítica que las producciones culturales centroamericanas y caribeñas han desarrollado en las últimas décadas como respuesta a tensiones sociales y políticas regionales. ¿De qué manera es posible identificar dinámicas de renovación respecto de tradiciones literarias anteriores, o rastros de una continuidad con compromisos políticos fuertes del siglo XX? Dentro de esta lógica, es posible también interesarse por la construcción de discursos críticos hegemónicos en los diferentes países (crítica literaria, establecimiento del canon, premios e institucionalización de textos) que han tomado posiciones determinadas de defensa o de oposición en las luchas antes mencionadas o simplemente en su invisibilización.
CONTINUIDADES Y DISCONTINUIDADES: UNA RECONFIGURACIÓN LITERARIA Y CRÍTICA
Dos movimientos nos interesan en este número de Sociocriticism: por una parte, la revisión de los sesgos masculinistas, racistas y cisheteronormativos que rigieron la formación de los cánones literarios nacionales en el área cultural centroamericana y caribeña. Por otra, el surgimiento y desarrollo potente de formas literarias y artísticas que difunden discursos feministas, antirracistas, cuir y decoloniales que desubican, descentran y dislocan los paradigmas hegemónicos, modernos y nacionalistas. Nos proponemos cartografiar las modalidades que adoptan esas miradas oposicionales (bell hooks, 1992) tanto en la crítica como en la producción literaria y artística. Analizar esas irrupciones permite así contextualizar y trazar las redes y constelaciones en diásporas que van armando las políticas epistémicas y artísticas minoritarias actuales, así como las tensiones de épocas anteriores que los paradigmas de la crítica no valoraron o borraron.
Asimismo, en esta reflexión acerca de la reconfiguración del pensamiento crítico, es de especial interés la exploración de las zonas fronterizas, tanto a nivel cultural, lingüístico y geográfico – puesto que la migración representa un fenómeno a la vez central y polifacético en las realidades de la región –, como a nivel epistémico, dado que la división entre literatura, arte y teoría aparece cada vez más obsoleta, siendo el arte y la literatura nuevas y potentes formas de teorizar en la región (King, 2014).
Este número de Sociocriticism propone entonces una reflexión sobre las continuidades y discontinuidades en las producciones literarias y artísticas, a través del análisis de los procesos por medio de los cuales las obras contemporáneas acompañan – y al mismo tiempo contribuyen a construir – un discurso contrahegemónico en la región. Asimismo, las contribuciones aquí presentadas ayudan a aprehender la (re)configuración de los mecanismos de constitución del canon en Centroamérica y en el Caribe hispano, tomando en cuenta el papel de la academia y de la crítica literaria, así como la instrumentalización política e institucional de artistas, entre otros dispositivos destacados.
ENFOQUES CRÍTICOS: CANON, VIOLENCIA Y HETERONORMATIVIDAD
Las tres secciones que componen el número evidencian estos distintos niveles de análisis, cuya combinación permite dar cuenta, a modo de radiografía, de las diversas problemáticas, escenarios y campos culturales en los que se desarrollan las tensiones en torno al canon literario y crítico en la región: la revisión del canon y de las genealogías literarias, la resistencia a la violencia por medio de la escritura, y la deconstrucción o desestabilización de la heteronormatividad a través del discurso artístico.
Así, en la primera sección titulada “Canon crítico y crítica del canon: visiones y revisiones”, se aborda la cuestión del canon literario cubano y la exclusión histórica de las mujeres en los mecanismos de reconocimiento y de difusión literaria. La contribución de Natacha D’Orlando, que abre el número, se centra en el periodo que va de los años 1980 a la actualidad, etapa histórica en que, según la autora, proliferaron dentro y fuera de la isla discursos críticos sobre el papel menor de las mujeres en la vida literaria cubana. El artículo de D’Orlando revisa entonces esta historia crítica de la aproximación feminista al canon en la isla, identificando varias estrategias de feminización del campo literario cubano, tales como la crítica a una historiografía literaria androcéntrica, la recuperación de obras de mujeres caídas en el olvido, la construcción de una genealogía literaria femenina y de nuevas poéticas femeninas o feministas. La autora propone, por otra parte, un análisis de los distintos mecanismos de institucionalización que caracterizan estas estrategias, así como de las bases teóricas en las que se sustentan. Siguiendo con esta reflexión, el artículo de Ángela Ramírez Carrillo construye su argumentación a partir del análisis de distintas estrategias de canonización en la historia literaria reciente de Puerto Rico, particularmente a partir de la obra de la escritora Ana Lydia Vega, con el objetivo de demostrar la manera en que el trabajo de la autora puede ser considerado más bien dentro de una (anti)canonización. Ramírez Carrillo se basa particularmente en el libro de ensayos Esperando a Loló y otros delirios generacionales de la autora en cuestión y considera que es posible caracterizar, de manera general en el trabajo de Vega, una serie de posicionamientos desmitificadores en su retórica satírica y feminista, los cuales la sitúan en oposición con las reglas tradicionales de construcción del canon literario en la isla. Esta constatación es analizada a lo largo del artículo con el fin de comprender las estrategias de valorización de una autora que se ha encontrado típicamente en los márgenes del discurso oficial.
La segunda sección del número reúne contribuciones en torno a la cuestión de la violencia, cuyas manifestaciones en Centroamérica y en el Caribe son multifacéticas y han conocido, como hemos señalado anteriormente, una recrudescencia en los últimos años. El primer texto de esta sección titulada “Escribir la violencia desde los márgenes” aborda la crisis migratoria que afecta a la región centroamericana, a través de la novela Las tierras arrasadas del escritor mexicano Emiliano Monge (2015). En este trabajo, Ruth Cubillo estudia la forma cómo se representa la violencia subjetiva ejercida sobre los migrantes centroamericanos, que viajan a Estados Unidos transitando por México. El objetivo es identificar los vínculos que se establecen, en el discurso literario, entre esta forma específica de violencia, que incluye violencia simbólica, psicológica y física, y otras formas como la violencia estructural, la cual ha sido naturalizada y suele ser respaldada por instituciones oficiales como el estado o la iglesia. Este análisis lleva finalmente a la autora a proponer una reflexión acerca del papel del o la intelectual frente a estos distintos tipos de violencia, así como sobre una ética de la crítica literaria. En la siguiente contribución, Sergio Coto-Rivel explora otro tipo de violencia: la violencia sexual y de género. El estudio que propone de la novela Erótica en la ciudad (2018), de la escritora guatemalteca Mildred Hernández, pone de relieve las experiencias muchas veces traumáticas de las mujeres en los ámbitos de la sexualidad y de las relaciones afectivas, especialmente en la infancia y la adolescencia, lo cual subraya el papel de la violencia de género como factor fundamental de construcción y desarrollo de las subjetividades femeninas. El artículo analiza las estrategias narrativas por medio de las cuales, en la novela, se evidencian tanto el funcionamiento y el rol central de la violencia de género en las culturas centroamericanas, como los mecanismos de naturalización de esta violencia que la invisibilizan.
Prolongando la reflexión sobre las relaciones entre los sexos, la última sección – “Heteronormatividad y sexodisidencia: otras escrituras del deseo” –, propone una revisión de los cánones literarios centroamericanos y caribeños, desde la perspectiva del género y, más concretamente, de la revisión de los discursos heteronormativos. En primer lugar, Nancy-Diane Nfono Ondo aborda la forma cómo, a partir de los años 1990 en Cuba, la literatura de mujeres, al explorar nuevos temas como el homoerotismo o el lesbianismo y desarrollar personajes marginales o rebeldes, desafía al orden patriarcal socavando las bases de los regímenes epistémicos heteronormativos. Desde un planteamiento interseccional, Nfono Ondo propone un análisis de la novela Cien botellas en una pared (2010), de la escritora cubana Ena Lucía Portela, poniendo de realce las estrategias de subversión de los discursos hegemónicos, pero también de construcción de espacios de resistencia y de reapropiación de los cuerpos y las sexualidades disidentes. En la misma línea de análisis, Mónica Zapata articula luego una reflexión comparativa sobre el clásico motivo del “visitante”, que funciona como elemento desestabilizador del orden social. Partiendo de Teorema (1968), de Pier Paolo Pasolini, considerada una obra paradigmática al respecto, el artículo esboza una genealogía artística en cuanto al personaje del visitante y a sus potencialidades de desestabilización, situando así el cuento “Bicho raro” (2012), de la nicaragüense María del Carmen Pérez Cuadra, en una verdadera tradición. El estudio del personaje del visitante que irrumpe en una comunidad con leyes muy codificadas subraya la ambivalencia de esta figura, capaz a la vez de desbaratar las estructuras heteronormativas, y de consolidarlas, provocando fascinación y deseo. Por último, la contribución que cierra esta sección, a cargo de José Pablo González Rojas, propone otro acercamiento a la cuestión de la heteronormatividad, a partir de la novela Como una candela al viento (2009) del escritor costarricense Sebastián Rojo. En su artículo, González Rojas se centra en el papel de las emociones en la representación de las minorías sexuales y especialmente de las comunidades directamente afectadas por el VIH/sida. El enfoque en las emociones permite aprehender el funcionamiento de las subjetividades y de las relaciones sociales y, por ende, presentar una cartografía bastante precisa del impacto de las estructuras heteronormativas en el tratamiento social de la “enfermedad” y de los sujetos a los que se la asocia. Por otro lado, esta aproximación representa en sí misma una revisión crítica en el panorama centroamericano, en la medida en que las emociones constituyen generalmente un punto ciego de la producción académica en la región.
APORTES Y PERSPECTIVAS
Las contribuciones aquí reunidas ofrecen un panorama de la renovación del canon literario y del pensamiento crítico en Centroamérica y en el Caribe hispano. Se destacan en particular tres actitudes fundamentales: en primer lugar, el análisis de la manera cómo las obras de las últimas décadas revisan las tradiciones literarias y proponen a su vez un discurso contrahegemónico. Esto se realiza a través de la reescritura de motivos literarios clásicos, del tratamiento de asuntos de candente actualidad en la región como la violencia, y de la irrupción de temas que por lo general habían quedado invisibilizados en épocas anteriores, no solo en el ámbito literario sino en las sociedades centroamericanas y caribeñas, como es el caso del homoerotismo, del lesbianismo o del VIH/sida. En este sentido, el número propone una revisión crítica del canon literario, que, en segundo lugar, se lleva a cabo a través de una reflexión sobre la historiografía centroamericana y caribeña, ya sea revisando las construcciones del canon por parte de la crítica feminista en la región, o planteando nuevas lecturas, también contrahegemónicas, de autoras reconocidas. En último lugar, el número pone de realce una actitud crítica en el acercamiento a los corpus y a las tradiciones en las que se insertan. En efecto, los artículos que se presentan a continuación reflejan, en filigrana, una renovación epistémica por las metodologías adoptadas, como en el caso concreto del enfoque en las emociones que se inscribe en la línea de la teoría de los afectos (Ahmed, 2015). Por otro lado, plantean una reflexión situada sobre el papel del y la intelectual, revelando un compromiso ético que constituye, en sí mismo, una forma de metadiscurso, de renovación del discurso crítico o, para decirlo con las palabras de Halberstam, de baja teoría (2011).
Este número sobre “Tensiones y renovaciones del canon literario y crítico en Centroamérica y el Caribe hispano” deja abiertas entonces varias brechas. Esta reflexión está llamada a crecer con otros trabajos en el futuro, que podrían tanto profundizar los temas que aquí se plantean como renovar los análisis del canon desde una perspectiva comparada y transnacional, con el fin de medir los fenómenos de (re)apropiación de conceptos o perspectivas teóricas, de tropicalización (Hernández Cruz, 1976), de prácticas culturales ajenas o de influencia de los flujos diaspóricos en la conformación de nuevos escenarios críticos y literarios. Asimismo, la reflexión epistémica aquí esbozada podría prolongarse en nuevas investigaciones que aborden temas fundamentales como las nuevas prácticas culturales y discursivas, la hibridez genérica, la porosidad epistémica o la renovación de las modalidades y espacios de gestación del pensamiento crítico. Las tensiones que caracterizan a las sociedades caribeñas y centroamericanas son, en este sentido, fructíferas, ya que abren posibilidades de reformulación literaria y crítica que, muy probablemente, tendrán alcances sociales y culturales determinantes.